miércoles, 6 de junio de 2007



Seis de la mañana. Me ducho y preparo mis cosas. No hay un alma en la calle, sólo coches aparcados y el normal mobiliario urbano en su sitio. Me meto en la boca de metro y cuando entro en el vagón sólo hay 9 personas. Me pesan los ojos.

Falta muy poco para llegar.

1 comentario:

lenoreanabel dijo...

Yo a esas horas creo que no vería nada...;-) petons.